Ya lo dice el bolero, 20 años no es nada, y estos son los que han pasado desde que Berlín Oriental y Occidental perdieron sus calificaciones geográficas para llamarse solo Berlín. No se pueden poner puertas al campo dice un refrán español y este es un claro ejemplo de que efectivamente es así. Los alemanes recuperaron su capital y Europa elimino una barrera geográfica que más que una línea divisoria era una vergüenza política forzada por los recelos de los “aliados” y vencedores de la segunda mundial.
Ahora celebramos conciertos y nos congratulamos de esta celebración con cierto gesto de asombro y una pregunta que nos ronda la cabeza, ¿ya han pasado 20 años? En muchos casos nos sorprendemos con un claro recuerdo de ese día cuando retransmitido por televisión a todo el mundo, los berlineses deshacían ladrillo a ladrillo el muro de la vergüenza.
La verdad es que en estas fechas de noviembre del 1989 no solo se rompieron las barreras geográficas sino que se inicio un movimiento que cambio del mundo. La guerra fría ya no tenía sentido, los recelos de los “aliados” se dirigieron más al sur y después del atentado de la Torres Gemelas directamente a Oriente. Los estados intentan con más fuerza colaborar y unirse, los políticos tienen que cambiar el discurso, aunque en realidad muy poco de fondo y…….
“Año 2029, ya pasaron 40 años desde la caída del muro de Berlín y las tropas de los aliados están ya a punto de abandonar Afganistán después de una campaña que ha durado más de …..”,
En fin 20 años no es nada.
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