Cuando todavía tenemos el gusto en la boca del roscón de Reyes y casi no hemos terminado de desenvolver los regalos que sus majestades nos han traído, por lo menos a los que nos portamos bien, EL CORTE INGLES ya nos recuerda que comienzan las rebajas y que debemos de ponernos las pilas para empezar otra vez a comprar.
La cuesta de enero como cada año nos empuja a superar de nuevo las cuentas domesticas, para convertirlas en verdaderos milagros financieros. No terminamos de pagar los recibos de la visa de los gastos navideños, cuando ya tenemos que prepararla para las compulsivas compras de rebajas. Aunque este año 2010 que lleva recargo financiero del 2009 puede que no sea tan de tantas rebajas, no sé cuanto más se puede rebajar lo ya rebajado, estamos ante una situación muy dura en la que el comercio no sabe qué hacer para animar a las personas a consumir.
Como consumidores deberemos de realizar un ejercicio de responsabilidad mayor y no me refiero a las rebajas que empiezan ya, si no a las inversiones paralizadas en parte por el miedo, las esperas para que baje más el precio de la vivienda o los locales, etc. Si queremos salir de la crisis las personas que deben de realizar estas inversiones tienen que dejar de “jugar” a ver cuanto más puede resistir el mercado porque podemos estar delante de un camino sin retorno.
La inversión es necesaria para crear riqueza, sin ella no podemos aspirar a crear puestos de trabajo y con ello tampoco a que los consumidores realicen esas tan necesarias compras en rebajas. Esperemos que las rebajas realizadas en este 2009 puedan animar a los inversores a realizar sus compras tan necesarias.
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