sábado, 12 de junio de 2010

¿ DONDE ENCONTRAREMOS A PERSONAS QUE QUIEREN ?

Este mes gracias a la revista Emprendedores de la que soy habitual lector he podido volver a releer a Paco Muro, en su libro IR O NO IR. Lo primero que me gustaría decir es que no tiene desperdicio y como ya en este blog comenté en anteriores semanas el artículo SI NO VAS NO HAS IDO, os recomiendo encarecidamente el resto.

Pero me gustaría lanzar una reflexión que ya me tiene preocupado hace ya unos años. ¿De dónde vamos a sacar a esas personas motivadas, responsables y con capacidad que necesitan las empresas, si tenemos un sistema educativo y una sociedad que no está promocionando ninguno de estos valores?

A los niños en el colegio les exigimos que sepan hacer, no pensar como se hace y sólo las calificaciones son las que valoran el esfuerzo. La motivación está casi desaparecida, ya que las comodidades de la casa y sobre todo los “pagos” de regalos que hacemos los padres que, con un sentimiento de culpabilidad atroz, justificamos así nuestra ausencia en sus vidas, alejando cualquier posibilidad de esfuerzo por conseguir algo por si mismos. La responsabilidad está desaparecida, son los políticos, los dirigentes, las empresas y los empresarios son los culpables de casi todos los males y muy poquitas son las acciones que se dirigen desde la base para solucionar las cosas. Sólo se les pide a nuestros hijos que hagan, lo que tienen que hacer, lo que se espera que hagan.

Esto durante toda la vida escolar, es decir, desde los 3 años hasta los 16, incluyendo las fases más vitales del aprendizaje y la formación del carácter, entre los 7 y 9 años. Después cuando se incorporan a la vida laboral o a la universitaria, se les exige que sean creativos, responsables, constantes en las tareas y que aporten toda su persona para conseguir objetivos que además deben de conciliar la vida laboral con la personal y social.

No podemos seguir haciendo las cosas tal mal, creo firmemente que se debería de empezar por el principio. A lo mejor las escuelas deberían de tener personas que enseñen a los directores de los colegios a motivar a sus profesores y maestros, a localizar a las personas conflictivas para que aprendan a convivir, a ayudar a los padres a tener una aptitud que enseñe más valores a sus hijos. A lo mejor las escuelas deberían de ser como las empresas y los equipos que describe Paco Muro en sus cuentos y experiencias, entes que busquen una mejor cuota de resultado, algo tan importante como la educación, basados en valores que resulten útiles a nosotros mismos y a la sociedad que pertenecemos.

Mientras tanto lanzo esta pregunta para que podamos reflexionar, ¿Qué hacemos con las personas que no quieren? Paco Muro clasifica a las personas por las que no saben, no pueden y no quieren, a las primeras se las enseña, a las segundas se las ayuda y a las terceras se las aparta, pero cuando estamos creando una mayoría de personas que no quieren, ¿donde encontraremos a las que quieren?

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