
Estamos en un frenesí consumista que ni tan si quiera esta crisis la puede parar. Después de sufrir la navidad, estamos hablando evidentemente del tema de publicidad y consumo, tenemos la cuesta de enero con sus rebajas, (estas acaban en las última semana de febrero o primera semana de marzo dependiendo de Comunidades Autónomas que también mandan en lo meteorológico), después la nueva temporada de moda primaveral, hay que organizar el viaje obligado de Semana Santa y ya de paso las vacaciones de Verano, las rebajas de este periodo, el colegio de los niños en Septiembre y sin casi darnos cuenta ya es Navidad otra vez.
Perdón por olvidarme del día de la madre, del padre, San Valentín, el día de los trabajadores y el puente del Pilar. Las fallas, el Carnaval de Tenerife, las chirigotas de Cádiz, la tamborrada de San Sebastián, la Tomatina de Buñuel y seguro que alguna que otra fiesta provincial, autonómica o local que sería interminable describir.
Ahora me tenéis que perdonar porque estoy esperando los catálogos de la Semana Fantástica, el día sin IVA y no sé qué oferta de última hora. El marketing puede con todos los biorritmos, periodos, estaciones y días del año.
¿Será verdad que el departamento comercial de las empresas lo puede todo, incluso cambiar de estación del año y marcar la actividad de toda una sociedad?
Excelentes observaciones con el humor y el positivismo que le caracterizan.
ResponderEliminarSería necesario que la sociedad tomase nota de estas cualidades.
Que pase buen verano.
¿Qué curioso? Te has dejado el único día importante: el día del TRABAJO... Como ya dije en TWITTER (@rbamicrotech): Me gustaría que reflexionáramos un poco sobre la necesidad de rehabilitar el trabajo, el esfuerzo y los méritos
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