Este refrán puede explicar perfectamente porque nosotros estamos los terceros en sanidad en Europa mientras que los finlandeses ocupan el puesto 19, al revés que en educación donde ellos ocupan el primer lugar y nosotros el 29.

Es sencillo, solo avanzamos y nos fijamos en solucionar problemas INMEDIATOS, es decir, me duele, estoy enfermo, quiero cuidarme y por supuesto no estamos dispuestos a esperar ni un minuto. Volcamos por lo tanto todos los recursos en algo que nos importa de forma inmediata.

La educación no nos interesa más allá de discusiones sobre si la religión debe o no ser obligatoria y los gobiernos y políticos se pasan todo el día cambiando las leyes, con poco fundamento de futuro y dándole a la educación los medios justos para sobrevivir, pero no para avanzar y mucho menos para evolucionar con un futuro a medio o largo plazo.

Pero realmente somos todos los españoles los que permitimos que esto suceda, sin responsabilizar a los políticos de turno, sin exigirles después que den más medios a los sistemas educativos y sobre todo sin quejarnos más allá de pequeños berrinches. Eso sí, a la hora de que nos atiendan en los hospitales podemos armar un tremendo jaleo por esperar o porque no nos traten con las últimas tecnologías y dedicamos medios espectaculares, si los comparamos con la educación, en ser pioneros en trasplantes o ciertos tratamientos.

Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y  así nos va en educación y por supuesto en la formación a la que no le dedicamos en ningún caso más tiempo, solo cuando estamos apurados ante un posible curriculum o falta de empleo, nos acordamos de que pudimos formarnos más antes y no ahora que no hay tiempo.

 Jose Antonio Merina en una entrevista en el Intermedio, nos da muchas más claves sobre la educación, imprescindibles claves sin duda las que nos da este filósofo y educador sin duda.

 entrevista Jose Antonio Marina

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