Ya no tendremos más su presencia entre nosotros pero podremos conservar en nuestra memoria sus innumerables y antológicos personajes tanto en el cine como en el teatro o la televisión. Esos personajes con los que todos los españoles hemos podido ir evolucionando y transformándonos con ellos. La picaresca del español medio, los grandes papeles dramáticos de la transición, los papeles de cómico amargo o trágico personaje ya de la democracia plena y como en muchos casos en mejor papel que le hacemos interpretar a casi todos nuestros grandes actores, el olvido dulce de ignorarlo.
Ahora casi estará mejor en nuestro dulce recuerdo, en la reposición de sus películas que son muchas, gracias a su gran capacidad de trabajo y sobre todo de adaptación a sus múltiples papeles interpretados por el. Solo unas líneas no pueden resumir toda una vida y la de nuestro gran actor mucho menos.
Mi recuerdo y mi sonrisa para este gran hombre.
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