FASES DE UNA OBRA y segundo: REALIZACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS.

Sigamos con las fases de la obra comentadas en la anterior entrada del blog. Realizar un presupuesto es una de las tareas fundamentales del departamento técnico o de ingeniería, depende de cómo lo desee denominar la empresa.

Este departamento esta normalmente más centrado en las soluciones técnicas que en los puntos necesarios para la realización económica o de costes de la empresa.

Esta característica es normal y natural. Un técnico está preparado para diseñar o buscar soluciones técnicas adecuadas para las necesidades del proyecto que nuestro cliente le solicita. El aspecto económico o administrativo o el control de costes pueden quedar relegados o no tratados de forma suficiente.

Cuando nos encontramos ante un presupuesto realizamos principalmente un ejercicio de planificación, es decir, estimamos lo que necesitamos para realizar lo que se describe en las condiciones y aplicamos a este estudio principalmente tres aspectos:

• Los materiales que se necesitan

• La mano de obra necesaria para instalar o colocar los diferentes materiales

• Conceptos auxiliares como maquinaría, permisos, costes financieros, etc.

Los dos primeros son sin duda prioridad para un técnico, como hemos comentado por su carácter natural de eso mismo, un técnico. El último punto es muchas veces olvidado y no contemplado en su totalidad.

Los analizaremos estos posibles Conceptos auxiliares:

• Desplazamientos y dietas: debemos de tener en cuenta si la obra se desarrolla dentro de nuestro ámbito geográfico o fuera de él. Los gatos de desplazamientos y dietas, comidas, alojamientos, kilometrajes, etc, son muy costosos y sobre todo pueden ser caros si deben también de incluir ciertas “compensaciones” a los operarios desplazados.

• Alquiler de maquinaría: cuando tenemos que utilizar medios auxiliares, como camiones con cesta, elevadores, etc. Este coste puede suponer un importante porcentaje dentro del presupuesto. Si poseemos estos medios, no podemos considerarlos como coste cero, deberemos de asignarle un coste que debe de absorber el total del presupuesto.

• Permisos o certificados: En muchas obras se exigen permisos especiales o simplemente fianzas que tienen un coste financiero o de esfuerzo administrativo, conteniendo un coste básico o un coste financiero que también influirá en nuestro cálculo final.

• Costes financieros: desde que colocamos el primer material en la obra, hasta que esta finaliza y se produce el cobro del trabajo realizado, existe un periodo de tiempo en el que se debe de soportar una carga financiera. Cuando compramos los materiales o mandamos personal a la obra, nos comprometemos a una forma de pago, que no coincidirá obligatoriamente con la forma de cobro de la obra. Esa diferencia la tiene que soportar la tesorería de la empresa y dependerá directamente del coste de la obra. Calcular un coste de financiación es vital para que no veamos como este se come el beneficio de la obra.

Ya tenemos un presupuesto que incluye todos los aspectos de costes, no solo materiales o mano de obra, sino todos los demás que pueden afectar y de hecho afectan, al desarrollo de la obra.

Pero, ¿acaba el trabajo aquí? Un presupuesto no acaba cuando se termina. Deberemos de realizar después de entregar este presupuesto al cliente un seguimiento del mismo, una acción comercial activa, no esperemos a que el cliente nos conteste, realicemos una acción comercial directa sobre el mismo.

Esto no significa que debemos de llamar al cliente todos los días, visitarle continuamente o utilizar técnicas de ventas que ya están obsoletas y que solo se basan en la presión. Deberemos de realizar un correcto seguimiento donde dejemos espacio al cliente para su decisión pero no dejemos en el olvido nuestro presupuesto.

Un interés sincero por el presupuesto, las opciones que pueda tener el cliente, el estudio de opciones alternativas si son posible, pueden convertir nuestro presupuesto en una opción seria y competitiva y que el cliente no se base solo en el factor precio para tomar su decisión.