Todos los responsables de las
empresas buscan siempre una mejor organización. Esto significa siempre tener
mejoras en la productividad de la empresa, mejora en los costes, aumento de los
márgenes, en general más beneficio en todos los sentidos.
Pero como organizamos la
empresa, como la mejoramos, como podemos conseguir esa combinación maravillosa,
esa fórmula magistral para conseguir esto. Pues siento comunicar a los amables
lectores de este humilde BLOG que esa fórmula estándar no existe, no funcionan
los mismos componentes para todo el mundo, ni para todas las personas que lo
intentan.
Los diversos “gurus” del mundo
de la empresa y del marketing nos explican formulas casi mágicas que nos
ayudarán a desarrollar nuestras empresa, pero efectivamente ninguna de estas
aplicadas en solitario o en su amplitud pueden hacer que tengamos los deseados
resultados.
Entonces, ¿Qué hacer?, pues la
mejor opción es siempre la más fácil, PREGUNTAR, preguntarnos por todo lo que
hacemos, lo hagamos bien o mal, simplemente volver a revisar y analizar los
procesos de la empresa, sus resultados, los clientes que tenemos e incluso los
propios productos o servicios que damos para encontrar lo más importante, LAS
PREGUNTAS ADECUADAS.
Las preguntas adecuadas son
siempre el comienzo de respuestas adecuadas, no inventemos nada o apliquemos
nada, sin tener claro a que nos enfrentamos.
Y aunque ya nos advirtió el
poeta Mario Benedetti – “Cuando creíamos que teníamos todas las
respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. Debemos de
buscar esas preguntas para mejorar,
No hay comentarios:
Publicar un comentario