Todos esperábamos a que comenzara
la charla pero nadie se callaba y seguían los murmullos en toda la sala. Más de
20 minutos después de la hora de comienzo el conferenciante no se arrimaba ni
al micrófono, ni se puso de pie, ni hizo ningún gesto a nadie.
Al final se hizo el silencio y
todo el mundo callado miraba la mesa a la espera de que diera comienzo la
exposición. En ese momento, cuando se hizo el silencio, fue cuando el
conferenciante, se puso de pie, miro a todos los presentes y paso una
diapositiva de la pantalla, que ponía el nombre de la charla y el suyo propio,
para dar paso a una pantalla totalmente en blanco.
Todos estábamos con mucha
atención esperando las palabras que nos dirigiría que comenzó diciendo:
- Gracias por su atención, ahora veo
que si todo el mundo está en disposición de escuchar mis palabras, yo soy ……….
Después de una hora de charla
donde este conferenciante expuso la información que deseaba transmitirnos abrió
un turno de preguntas. Uno de nosotros se atrevió a levantar la mano y
pregunto.
- No ha puesto ninguna
diapositiva durante la exposición y solo vimos la pantalla en blanco.
- Señores, no quería que nadie se preocupara de lo que estaba escrito en
la pared, sino de lo que yo decía. Pero como siempre me piden una diapositiva,
preparo una con el título de la charla y otra en blanco para borrar la anterior.
Todos nos quedamos bastantes
sorprendidos, porque en verdad tenía mucha razón, estuvimos atentos a sus
palabras y no distrajimos nuestra atención a ninguna otra cosa. Como además
tardamos mucho tiempo en empezar por el ruido de los cuchicheos de los
asistentes, también estuvimos en máximo silencio para no interrumpir.
Solo a lo mejor, los mejores
apoyos para una conferencia son nuestra propia voz y sobre todo lo que tenemos que decir de verdad.
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Las personas que por nuestro
trabajo nos encontramos ante el reto de realizar formación, charlas, conferencias
más formales o simplemente la necesidad de hablar en público, nos hacemos con frecuencia
la pregunta ¿y ahora como lo digo?
Es decir, como conseguir que el público
que nos prestara atención o en alguna ocasión no, reciban el mensaje de forma
adecuada y eficaz. Como en muchas ocasiones la práctica nos llevara a encontrar
nuestro propio estilo o simplemente como en tantas otras podemos realizar una formación
que nos ayude a prepararnos y orientarnos ante este reto.
EL CURSO ¿Y AHORA COMO LO DIGO? Es
el resultado de una demanda que se nos solicita en algunas ocasiones cuando
realizamos trabajos de consultoría o formación y los propios alumnos nos
preguntan si pueden aprender a confeccionar esas presentaciones que tanto les
gustaron, donde encontrar esos videos o juegos con los que se rompe el hielo en
algunas reuniones o se dinamiza la formación.
Preparamos este curso para
cubrir esta demanda especifica y esperamos que sea tan útil como otras formaciones
que preparamos desde JMB CONSULTORES.
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